jueves, 1 de julio de 2010

La subjetividad-objetividad de la justicia

Hacer justicia es buscar los argumentos a favor de tu adversario como los buscarías en tu propio favor
Aristóteles S. IV a.C.



Uno de los componentes culturales que más han influido en nuestra construcción y nos ha convertido en lo que somos hoy por dentro, conformando nuestro pensamiento, ha sido la concepción histórica y presente de Justicia.

Para algunos Justicia es sinónimo de "bien común". Para otros lo es de "dar a cada uno lo que es suyo”
Es por tanto un valor subjetivo que determina cada sociedad, y que tiene su germen en la necesidad de convivencia social entre los miembros de cada comunidad.
Normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.
Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas, un fundamento formal:

El fundamento cultural se basa en el mayor consenso posible entre los individuos de una sociedad sobre lo que es bueno o malo, y sobre la práctica acerca de cómo deben organizarse las relaciones entre los miembros de la sociedad.
Se considera por tanto, se ha considerado así desde el principio, una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción generalizada, y son penados comportamientos contrarios.
El fundamento formal es la legislación escrita, aplicada por jueces que deben ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que surjan entre los mismos.
El ser humano ha reflexionado sobre este concepto desde el nacimiento de la época de la Razón, allá en la Grecia clásica.

Cuando la reflexión se he enmarcado en la distribución de la riqueza se ha convertido en Política o Economía.
Cuando el debate se ha centrado en los derechos naturales del hombre se ha convertido en Religión o Filosofía.
Las respuestas han sido tan variadas como sus pensadores.

Me parece especialmente reseñable (todos los descubrimientos científicos me lo parecen, por su componente de verdad incuestionable) el hecho de que ha sido demostrado que cuando entendemos que estamos siendo tratados de manera justa o igualitaria, nuestro cerebro responde fisiológicamente igual que cuando consigue satisfacer una necesidad básica. Nos sentimos confortados y tratados como merecemos.

Otras teorías científicas afirman (las comparto de manera intuitiva) que las ideas sobre igualdad y justicia puedan ser instintivas en la naturaleza, en toda sociedad animal.


Ideas sobre la Justicia
Platón: La Justicia como armonía social. En su libro "La República", Platón propone para la organización de su ciudad ideal, a través del diálogo de Sócrates, que los gobernantes de esta ciudad se transformen en los individuos más justos y sabios, o sea en filósofos, o bien, que los individuos más justos y sabios de la comunidad, es decir, los filósofos, se transformen en sus gobernantes.
Aristóteles: La Justicia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano tiene que estar en proporción con su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos personales.
Santo Tomás de Aquino: La Ley Natural. Los ciudadanos han de tener los derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos son más tarde llamados Los Derechos Humanos.
Para los Utilitaristas, las instituciones públicas se componen de una forma justa cuando consiguen maximizar la utilidad (en el sentido de felicidad) agregada. Según esta teoría, lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la vez.
Ulpiano: Justicia es la constante y perpetua voluntad de darle a cada quien lo que le corresponde.


Justicia distributiva
Un aspecto interesante de la organización de las sociedades es cómo se detentan y distribuyen los recursos disponibles, los bienes producidos y la riqueza disponible. En principio, en la mayoría de sociedades se han manejado dos conceptos parcialmente incompatibles sobre qué es una distribución justa de los bienes y la riqueza:
La justicia según la necesidad, sostiene aquellos que tienen mayores necesidades de un bien deben poseer asignaciones mayores. En general este criterio es preponderante al considerar la situación de personas enfermas o con discapacidades y también a segmentos de las sociedades con menos capacidad de procurarse bienes como los niños, los ancianos y los marginados.
La justicia según el mérito, sostiene que aquellos que más contribuyen a la producción de bienes y riqueza deben tener también una mayor proporción de los mismos. Algunos partidarios del liberalismo sostienen que poner en riesgo el criterio anterior eliminaría un importante incentivo a la generación de riqueza y el trabajo contributivo.
En la práctica en las sociedades modernas los dos criterios de justicia distributiva coexisten en la asignación de recursos, aplicándose con mayor o menor prioridad uno u otro según el caso concreto.
La evolución de este concepto de Justicia y la opinión que la mayoría de los humanos vaya incorporando a su acervo cultural sobre esta idea subjetiva, influirá en nuestra construcción como humanidad y en nuestro futuro, si tenemos ese privilegio.

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