lunes, 18 de abril de 2011

El éxito- La Inteligencia Emocional- La empatía mundial.


Vivir como uno desee: sólo eso merece llamarse éxito.
Bertrand Russell S. XX d.C.

Creo que hemos equivocado, desde hace tiempo y por diferentes circunstancias, el concepto general de éxito (vuelvo a referirme a países industrializados. El éxito en buena parte del planeta es comer el día presente, y no enfermar).
Hemos encumbrado el éxito profesional y económico a niveles que no deberían ser fruto de nuestra historia. Y que a buen seguro avergonzarían a muchos de los que nos precedieron y lucharon por nuestra construcción como personas. La evolución de nuestro pensamiento se ha dejado influenciar en exceso por las circunstancias externas, como la economía, el consumo exacerbado...alcanzamos la felicidad consiguiendo nuestros caprichos materiales, y...a mi juicio, hemos perdido el norte de nuestra esencia humana, compleja y rica, y compuesta por diferentes facetas, algunas de las cuales tenemos un poco olvidadas.

Estoy de acuerdo con los partidarios de la importancia de la Inteligencia Emocional en nuestra historia y en nuestro presente, y confío en que los humanos tengamos la claridad de ideas suficiente como para promover entre nosotros este aspecto de nosotros mismos.

La Inteligencia Emocional es un término acuñado por dos psicólogos de la Universidad de Yale (Peter Salovey y John Mayer) y difundida mundialmente por el psicólogo, filósofo y periodista Daniel Goleman. Se trata de la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos.
Autoconciencia
Control emocional
Motivación
Empatía
Habilidades sociales

Las habilidades prácticas que se desprenden de la Inteligencia Emocional son cinco, y pueden ser clasificadas en dos áreas:
1) INTELIGENCIA INTRAPERSONAL (autoconocimiento)
2) INTELIGENCIA INTERPERSONAL (externas, de relación)

Al primer grupo pertenecen tres habilidades:
a) La autoconciencia (capacidad de saber qué está pasando en nuestro cuerpo y qué estamos sintiendo)
b) El control emocional (regular la manifestación de una emoción y/o modificar un estado anímico y su exteriorización).
c) La capacidad de motivarse y motivar a los demás.
Al segundo grupo pertenecen dos habilidades:

a) La empatía, entender qué están sintiendo otras personas, ver cuestiones y situaciones desde su perspectiva. (Vaya por delante mi apuesta personal, y mi deseo más intenso y sincero, de un futuro de la humaniadad basado en la empatía mundial, en un sentimiento de hermandad entre todos los seres humanos), y
b) Las habilidades sociales (habilidades que rodean la popularidad y eficacia interpersonal, y que pueden ser usadas para persuadir, convencer y dirigir, negociar y resolver disputas, para la cooperación y el trabajo en equipo, o para la convivencia en socidad).
Es útil en cuatro áreas fundamentales de nuestra vida:

1) Propenden a nuestro bienestar psicológico, base para el desarrollo armónico y equilibrado de nuestra personalidad.

2) Contribuyen a nuestra buena salud física, moderando o eliminando patrones y/o hábitos psicosomáticos dañinos o destructivos, y previniendo enfermedades producidas por desequilibrios emocionales permanentes (angustia, miedo, ansiedad, ira, irritabilidad, etc.).

3) Favorecen nuestro entusiasmo y motivación. Buena parte de nuestra motivación en distintas áreas de la vida está basada en estímulos emocionales.

4) Permiten un mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas, en el área familiar-afectiva, social y laboral-profesional. 
 

Algún día, y espero que no tardando demasiado, realizaremos pruebas de Inteligencia Emocional, al igual que las hacemos hace tiempo para valorar nuestro CI Coeficiente Intelectual y nuestras capacidades memorísticas o cognitivas.

Os animo a que profundicéis en el tema y a que hagáis un hueco en vuestras vidas a este concepto, que, si somos emocionalmente inteligentes, formará parte del día a día del futuro de la humanidad.

 

jueves, 14 de abril de 2011

El trabajo y el ocio- Necesidad y libertad- Y reflexión sobre las fases de la vida


Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.
Martin Luther King- S. XX d.C.

Creo que en líneas generales, aunque con matices que habría que mejorar, sobre todo en lo relacionado con la desigualdad, la humanidad ha sabido organizarse con el objetivo común que nos une a todos, el de siempre, el que Darwin puso en palabras, la adaptación al entorno por la supervivencia.

Soy, de nuevo en líneas generales aunque con matices que expondré más adelante, optimista en relación con el futuro de la humanidad, que hemos sabido adaptarnos, organizarnos y progresar con el paso del tiempo (al menos una parte de nosotros, aunque tengamos abandonados a muchos otros).


Y creo que el trabajo ha sido uno de los pilares sobre los que se ha asentado dicho progreso. Por eso, continuando con la reflexión que nos ocupa sobre nuestro presente y sus orígenes, me voy a detener en algunas ideas sobre la historia del trabajo, que no es otra que la de la lucha teórico/práctica entre la libertad y la necesidad.

Aristóteles distinguía entre actividades libres y serviles y rechazaba estas últimas porque "inutilizaban al cuerpo, al alma y a la inteligencia para el uso o la práctica de la virtud".
Criticaba la actividad crematística que "pone todas las facultades al servicio de producir dinero. Buscar en todo la utilidad es lo que menos se ajusta a las personas libres y magnánimas".


En la Grecia Clásica el ocio era mucho más valorado que en la actualidad y más apreciado que el trabajo. Se pensaba que ambos son necesarios, pero "el ocio es preferible tanto al trabajo como a su fin, hemos de investigar a qué debemos dedicar nuestro ocio… y también deben aprenderse y formar parte de la educación ciertas cosas con vistas a un ocio en la diversión…".


Tenían las ideas muy claras: el trabajo se realiza por necesidad, pero lo más conveniente al ser humano es el ocio que deviene de la libertad.

Era necesario por tanto que al menos algunos hombres trabajasen (los esclavos) para que los hombres libres pudiesen dedicar sus días a lo verdaderamente importante en la vida; la política, la ciudad-estado, la sociedad y el ocio.


En la época medieval el trabajo en general continuó sin ser una actividad apreciada. Los cristianos comenzaron poco a poco a justificarlo, pero no a valorarlo. Al principio lo entendían como un castigo o, cuando menos un deber. Se justificaba el trabajo por la necesidad de evitar estar ocioso. El ocio comienza a adquirir otra connotación diferente a la de la Grecia clásica. La vida monástica dedicada a la contemplación se valora mejor que el trabajo.

Santo Tomás argumenta que el trabajo es un deber que incumbe a la especie humana, pero no a cada hombre en particular.


En cualquier caso, no será hasta el siglo XIX y modernidad cuando al trabajo se le adjudique un papel importante en la construcción social y progreso de la humanidad.

Tanto en el mundo antiguo como en la Edad Media se ve al ser humano como un ser sociable por naturaleza.


En la actualidad tenemos una concepción muy diferente del trabajo. Cualquier actividad es trabajo y debe valorarse de la misma manera, de forma positiva para el conjunto. Esto sucede, según Marx, cuando el trabajo se convierte en valor de cambio.


Sin embargo, para Weber, desde su perspectiva luterana, todas las profesiones merecían la misma consideración, independientemente de su modalidad y de sus efectos sociales. Lo decisivo para cada persona era el cumplimiento de sus propios deberes. Esto se ajustaba a la voluntad de Dios y era la manera de agradarle.


Trabajo duro, trabajo cómodo, manual o intelectual se equiparan; se justifica la desigualdad como necesidad técnica debida a la división del trabajo, encubriendo el hecho de que el trabajo es un elemento discriminador debido al diverso nivel de vida que proporciona según el lugar que ocupan los individuos en la producción.


El trabajo se intercambia por dinero, por salarios (salvo en algunos casos como el trabajo doméstico). Y es a mi juicio éste, el dinero, el elemento que mejor ha permitido nuestro progreso, el que nos hayamos organizado para cuidarnos los unos a los otros, para trabajar los unos por los otros, con el dinero como intercambio de productos y servicios.

Las religiones poco a poco fueron modificando sus ideas previas sobre el trabajo y comenzaron a entenderlo como el mejor medio de realización humana. Por tano, el trabajo pasó de ser una necesidad inevitable, a ser instrumento de Dios, y constructor de la persona y la sociedad.


Y entonces la goma elástica se estira hacia el lado contrario y el trabajo se convierte en nuestra principal actividad y nos enfrenta contra otros hombres. La lucha por la supervivencia se convierte en la lucha por trabajar más, ganar más dinero, ascender…a cualquier precio, incluso el de sacrificar el resto de nuestra vida y olvidarnos de nuestro ocio.

Las diferencias de clases se acentúan y la pobreza inunda las calles de los países capitalistas.

Contra este liberalismo salvaje que alimenta a la mitad de la población y destruye a la otra mitad nacen las ideas socialistas, que mantiene una actitud positiva sobre el trabajo, pero propone la distribución equitativa de sus resultados.

Para Marx, el desarrollo de la productividad (ligada a la división del trabajo) era una precondición para la sociedad comunista y, al mismo tiempo, muchos de los males de la sociedad capitalista guardaban relación con la división del trabajo. Una paradoja insalvable.


Hoy en día la goma elástica parece más centrada y con menos tensión. Se concede al trabajo una finalidad importante en el desarrollo de la persona y de la sociedad, pero igualmente es considerado positivo el ocio. Ahora los hombres nos debatimos entre la necesidad que tenemos de trabajar para mantener el equilibrio de nuestras vidas y familias, y el placer que nos depara nuestro tiempo libre, junto a los nuestros, o simplemente enriqueciéndonos con un buen libro.


Finalmente, tras 25 siglos de reflexión, como la tesis y antítesis hegeliana, hemos llegado a la síntesis, que no es otra que debemos alcanzar el equilibrio entre nuestro tiempo laboral, inevitable y necesario, y nuestro tiempo de ocio, el que nos proporciona mayor placer y felicidad.


Lo inteligente hoy sería buscar el mayor enriquecimiento posible en el trabajo, y eso sólo se consigue, como siempre les digo a mis hijos, esforzándose por estudiar aquello que más nos haga disfrutar.

Siempre les ha hablado de la estructura temporal de la vida y de sus tres fases, con la intención de hacerles ver la importancia de los años de estudio, esos primeros 20 años que a veces tanto odian y tanto sufren, pero que posibilitarán un trabajo enriquecedor, y una pensión de jubilación que nos permita vivir los últimos años de nuestra vida con dignidad (en un país rico como es España, por supuesto. No hay pensiones de jubilación en tres cuartas partes del mundo).

Estudios 20 años, lo que nos proporcionará un mejor remunerado y más enriquecedor trabajo
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Trabajo 40 años, lo que nos proporcionará una mejor pensión de jubilación 
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Jubilación 20 años más o menos, por esperanza de vida media
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX 

jueves, 7 de abril de 2011

El miedo, el futuro, la otra vida.

Los seres humanos somos criaturas muy asustadizas, y necesitamos conocer nuestro futuro.
Nicholas Humphrey- contemporáneo

Coincido plenamente con el aforismo del doctor Humphrey.
La primera parte del mismo la haría extensible al resto de seres vivos que habitan nuestro hermoso planeta.
Todos somos asustadizos. Todos tenemos miedo. ¿A qué? A la muerte. Todos tenemos miedo a morir.
Lo comenté hace poco. Todo ser vivo sano desea conservar la vida y la salud. ¿Por qué ese empeño universal en no morir? Es evidente que es algo genético transmitido desde el principio de los tiempos. Aferrarse a la vida es innato a todo ser vivo.

"¿Qué es el miedo y de qué maneras se manifiesta? (fuente wikipedia)
El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. 

Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo, y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y beneficioso para el individuo y para su especie.

Desde el punto de vista neurológico es una forma común de organización del cerebro primario de los seres vivos, y esencialmente consiste en la activación de la amígdala, situada en el lóbulo temporal.

Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia en la persona.

Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos (miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo) y guarda estrecha relación con los distintos elementos de la cultura."

Me pregunto por qué 4 ó 5.000 millones de personas, creyentes, convencidos de que tras esta vida terrenal alcanzarán el gozo de una vida de felicidad máxima, vida espiritual sin las ataduras del mundo sensible, se aferran a la vida como a un clavo ardiendo, como si fuese el último peldaño al que sujetarse antes de caer al vacío.

"Necesitamos conocer nuestro futuro", dice el aforismo de entrada. La cuestión sobre la que reflexionar es si esa necesidad de conocimiento futuro, fruto de nuestra obsesión por sobrevivir, permanecer, no morir, nos han llevado a "inventar" esas vidas futuras post-mortem.

lunes, 4 de abril de 2011

Islamismo II


Él es Alá en los cielos y en la tierra. Sabe lo que ocultáis y lo que manifestáis. Sabe lo que merecéis.
Corán S VII d.C.

Los cinco pilares del Islam:

1- No hay mas Dios que Alá, y Mahoma es su enviado. Mensaje que se transmite en cada llamada a la oración, por el muecín o almuédano, cinco veces al día (amanecer, mediodía, primera hora de la tarde, al ponerse el sol, y a la caída de la noche), desde el minarete, la hermosa torre adosada a las mezquitas mayores.

“Alá es grande. Yo testifico que no hay más Dios que Alá. Yo testifico que Mahoma es el enviado de Alá. Venid a orar, venid a la seguridad. Alá es lo más grande”. Y en la primera llamada del día se añade “la oración es mejor que el sueño”.

Todos los musulmanes tienen la obligación de arrodillarse a orar, mirando a La Meca, y recitar los fragmentos del Corán prescritos. Deben recitar al menos la fatiha, o primer capítulo del Corán, como acto de alabanza a Dios, el piadoso y compasivo, a quien solo se debe adorar, y a quien se pide auxilio y guía para ir por el buen camino.

Cuando es posible, el varón debe acudir a realizar sus rezos a la mezquita, haciendo primero la ablución de manos, boca, cara, nariz, cuello y pies, en la fuente dispuesta a tal efecto en el patio.

2- El viernes es el día santo semanal (el sábado lo es para los judíos, y el domingo para los cristianos), y los varones deben ir a la mezquita para la oración colectiva. No es un día de descanso. Las mujeres rezan en casa.

Desatender esta práctica es dejar de ser creyente. Los historiadores de las religiones creen que de esta rutina espiritual ha nacido un sentido corporativo de la vida religiosa que ha influido poderosamente en la consolidación del Islam.

3- Limosna. Tributo anual sobre la propiedad inmobiliaria (ganado, oro, plata u otros bienes) con objeto de apoyar el sostenimiento de las mezquitas, y el cuidado de enfermos y pobres.

4- Ayuno. Observación estricta del ramadán en el noveno mes del año lunar musulmán(abstinencia de comida, bebida, tabaco y sexo desde el amanecer hasta la puesta de sol), durante 30 días. Por su dureza, se pueden eximir a los niños, ancianos, mujeres embarazadas, enfermos (que deben cumplirlo una vez superada la enfermedad) y viajeros.

5- Peregrinación a La Meca. Y dar siete vueltas alrel añodedor de la Ka’ba. Correr entre dos montículos, el Safa y el Marwa, conmemorar la búsqueda de agua de Hagar por Ismael, y visitar la colina de Arafat, a 20 kilómetros de la ciudad. De vuelta a La Meca se sacrifican ovejas y camellos, y se apedrea ritualmente al demonio. También se debe visitar la tumba del Profeta de Medina.

ESCATOLOGIA

La doctrina islámica es una elaboración de las escatologías judía, zoroástrica y cristiana. Después de la muerte, el alma de los elegidos va a un paraíso ideado sobre el modelo de la existencia terrenal para gozar de sus deleites, que comprenden banquetes, música y el disfrute de hermosas mujeres, así como la contemplación del rostro de Dios de día y de noche.

Como lugar de castigo eterno se contrapone el infierno, con siete divisiones para los musulmanes infieles, judíos, cristianos, sabeos, magos, idólatras e hipócritas.

El destino humano está prefijado y escrito en las tablas eternas de la fe. Todo lo que sucede es porque Dios quiere que suceda y lo que no quiere que suceda es imposible que suceda. La creación de todas las criaturas y seres vivientes son por deseo de Dios, conforme a Él lo sabía en la eternidad y como se escribió en la tabla preservada. Así que toda criatura, su ser y sus actos, son creación de Dios. Todos los acontecimientos sean buenos o malos, beneficiosos o dañinos, ocurren por la predestinación y el designio de Alá, pero a la vez el ser humano tiene una facultad de elección, que no es total

Los profetas y mártires van derechos al paraíso, y por tanto no conocerán el día del Juicio, en el que el arcángel Israfil hará sonar tres veces la trompeta. Los signos que precederán al Juicio están tomados del Talmud y los midrashim judíos, y el puente que habrá que cruzar, angosto como el filo de una navaja, proceder del zoroastrismo. Una de las señales de la llegada del Juicio es que el profeta Jesús romperá las cruces y aceptará el Islam

Las acciones buenas y malas realizadas en la Tierra serán pesadas en la balanza por el arcángel, y el registro se entregará en la mano derecha a los justificados, y se les atará a la espalda a los condenados.

Seguidamente unos y otros procederán a sus respectivos puntos de destino pasando el puente. Los destinados al paraíso lo cruzarán sin daño, pero los predestinados al infierno caerán en un poco que se abre debajo.

Todos los que hayan confesado su fe en el Profeta serán liberados del infierno y disfrutarán de los goces del paraíso.

domingo, 3 de abril de 2011

Una teoría matemática sobre el amor


El mundo está escrito en lenguaje matemático
Galileo Galilei. S XVI-XVII d-C.

Tengo una teoría numérica sobre el amor. Sobre el emparejamiento, para ser exactos. Es la siguiente:


a- Todos nosotros tenemos tres valoraciones personales de nosotros mismos. Valoraciones semiconscientes, diría. Una valoración de nuestro físico (que incluye tanto la estética como la salud), otra de nuestra capacidad intelectual, y una tercera de nuestro interior/carácter/personalidad.

Estas valoraciones se traducen en números, en la escala para la que tenemos más acostumbrada la mente, es decir, del 0 al 10.


b- La media de las tres valoraciones nos da una cifra que es lo que interiormente pensamos que “valemos”.


c- El objetivo de todo ser humano es enamorar, conquistar, conseguir una pareja con una valoración superior a la nuestra. Cuando conocemos a alguien, busquemos pareja o no, hacemos con esa persona exactamente lo mismo. Le hacemos de inmediato una valoración física, y después intentamos conocerle mejor para ser capaces de realizar las valoraciones segunda y tercera.


d- El objetivo es siempre encontrar una pareja cuya media sea superior a la propia. ¿Motivo? En mi opinión no hay otro motivo más allá que el instinto animal de conservación y mejora de nosotros mismos. Con una persona con nota superior a la nuestra conseguimos el objetivo de mejorarnos a nosotros mismos a través de nuestra progenie.


e- Rechazamos de inmediato a cualquier persona que pensemos que tiene una valoración, en cualquiera de los tres aspectos, más de dos puntos inferior a la nuestra, aunque su media sea superior, porque deseamos encontrar algo mejor.


f- Renunciamos de inmediato a cualquier persona que pensemos que tiene una valoración, en cualquiera de los tres aspectos, más de dos puntos superior a la nuestra, por considerar que no somos merecedores de ser amados por él o ella. Aunque pensemos que tiene una valoración inferior a nosotros en los otros dos aspectos.


g- Rechazamos con firmeza a aquellas personas a las que les realizamos una valoración media más de dos puntos inferior a la nuestra.


h- Renunciamos, por no considerarnos dignos de la otra persona, a aquellas que pensemos tienen una valoración media más de dos puntos superior a la nuestra.


Pensad un poco en ello.

Lo importante de esta teoría no es la manera en que nos emparejamos, sino que nuestra mente convierta todo a números. Y así creo que sucede. Hasta en los aspectos más emocionales y a priori menos mensurables.

Kant hablaba de categorías mentales a priori para describir su epistemología. Una especie de casillas cerebrales en las que valoramos todo lo que comprendemos. En una valoramos si el objeto es grande, mediano o pequeño. En otra si es beneficioso o perjudicial. En otra si es interesante o aburrido. En otra si es bonito o feo...y así hasta que hemos hecho una valoración, en cada casilla, de lo observado, momento en el que podemos elaborar un juicio de valor del objeto.

Mi teoría epistemológica, que no deja de ser una propuesta de reflexión, es que dividimos esas casillas/categorías a priori de nuestro conocimiento, en números, del 0 al 10.

sábado, 2 de abril de 2011

La sexualidad evolutiva



Son instintos naturales el amor a los hijos, la gratitud con los bienhechores y la piedad hacia los desgraciados.
David Hume S XVIII d.C.

Estoy convencido de que cualquier aspecto que analicemos de nuestro presente puede explicarse en base evolutiva.


Y es evidente que somos, el mundo es, el mundo vivo es, fruto evolutivo de nuestra actividad sexual. Por ello me detengo en este aspecto importante de nosotros mismos.


La actividad sexual-reproductiva de los animales es un mundo fascinante que aconsejo a quienes tengan curiosidad por conocer este mundo mágico en el que vivimos.


No puedo detenerme en exceso en un punto tan amplio, pero sí fijaré mi mirada en algunos aspectos que han llamado mi atención al estudiar esta dinámica evolutiva, y que deseo compartir.


a) Durante millones de años la hembra ha demandado la protección del macho, ya he hablado de ello anteriormente, tanto para sí misma como para sus hijos. Para ello, está estudiado, la hembra humana se apareaba con el mayor número de machos posibles, de forma que sembraba en ellos la duda sobre la posibilidad de que su próximo hijo fuese de alguno de sus donantes de esperma, y todos ellos le ofreciesen su protección. De esa manera la hembra se garantizaba el mayor apoyo posible de los machos de la manada (porque eso fuimos durante millones de años, una manada), al menos durante su embarazo. 

Creo que hoy en día nuestros genes cargan todavía con esta herencia cultural, aunque en periodo de retroceso por la decisión cultural de la monogamia.


b) ¿Por qué digo que la hembra se garantizaba el apoyo de los machos con dudas sobre su posible paternidad, “al menos durante el embarazo”?


Porque está también estudiado, Brédart & French 1999, entre otros, que los hijos se parecen a su padre durante el primer año de vida, para despertar en el varón instinto de protección hacia su hijo (aunque he encontrado numerosas manifestaciones en la web negando este hecho y hablando de hijos muy parecidos a la madre o a su familia. Supongo que de nuevo hablamos de porcentajes/probabilidades. Las verdades al 100% no son fáciles de hallar).


c) ¿Por qué el glande tiene forma de seta? Sólo hay una teoría al respecto. Para sacar de la vagina de la hembra el semen de eyaculadores anteriores tras haber depositado nuestro esperma en su interior. De esta manera intentamos garantizar la fecundación y nuestra continuidad a través de nuestros hijos.


Estoy convencido de que este deseo de permanencia obedece a una necesidad vital de perpetuarnos, de no morir. Que, ya hablaremos más adelante, considero primera certeza sobre la que fundamentaré algunas respuestas. Me refiero al hecho de que “todo ser vivo y sano, desea conservar la vida y la salud”. Es una regla cierta que rige la vida sobre la Tierra.


En cualquier caso, parece que todavía no ha pasado tiempo suficiente de monogamia como para que el glande evolucione fisiológicamente, ni siquiera en los humanos, y pierda su forma.


d) ¿Por qué sentimos los varones impulso sexual hacia hembras de senos grandes?


Es evidente, los senos grandes han garantizado durante millones de años mejor alimentación a nuestra progenie.
Aunque desde hace algún tiempo tenemos garantizado (al menos los que hemos tenido la fortuna de nacer en un países ricos) la alimentación de nuestros hijos con magníficas leches artificiales, millones de años de pasado genético tardarán muchas generaciones en eliminarse por innecesarios.


e) Se llama ESTRO al período de disponibilidad sexual o celo de los animales mamíferos.


En las hembras de los animales mamíferos la época de celo, es el período en el que son receptivas sexualmente, es decir, el momento en que aceptan al macho. Durante esta etapa ocurre la ovulación.
Si no fuésemos animales con actividad cultural, sociabilidad comunicativa y emociones, la actividad sexual de hombres y mujeres se limitaría a dichos días de actividad. Pero lo somos, y tenemos sentimientos, amamos y somos amados, y por ello nuestra actividad sexual no es sólo reproductiva, sino también placentera.

Nuestro presente, qué duda cabe, está influenciado por la evolución biopsicosociosexocultural de nuestros antecesores.