domingo, 11 de julio de 2010

Hinduismo I







No cabe duda del poderoso hechizo que ejerce la India sobre la mentalidad occidental; tierra de fakires, ascetas y yoghis; cuna de la espiritualidad y del misticismo que ofrece un ejemplo continuo y vivo a un Occidente consumidor, individualista, atrincherado en la tecnología y cuyos máximos valores son el dinero, el prestigio y el poder; una posibilidad de liberarse, un cobijo, una gratificante caricia para el espíritu y una de las más atractivas culturas de la humanidad.
María Teresa Román- Catedrática Sabidurias Orientales Antiguas- Contemporanea
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Deseo recordar que esta aparentemente anárquica y ecléctica entrada de comentarios en el blog responde a mi deseo de, en esta primera parte, en la que nos encontramos, mostrar o intentar hacerlo la serie de acontecimientos físicos, químicos, biológicos y culturales (políticos, económicos, sociológicos, artísticos, filosóficos o religiosos) que nos han ido conformando en lo que somos, en lo que es la humanidad actual, en este presente del planeta en el que he encontrado respuestas que deseo transmitir en la última fase de esta disertación.

Deseo realizar este primer ejercicio intelectual con el objetivo final de que las respuestas sean comprendidas correctamente y en toda su intensidad.
Estoy convencido de que cualquier persona que lea las respuestas sin tener este acervo cultural que estoy transmitiendo, este conocimiento de su pasado, que nos ha construido a todos, y no esté situado espacio-temporalmente en el Universo y en la Historia, no comprenderá correctamente todo lo que transmiten.

Por eso es importante tener un poco de paciencia e ir asimilando estas entradas iniciales como parte importante de las respuestas y de su entendimiento.

Estoy convencido de que el aspecto cultural que más ha influido e influye en nosotros a lo largo de la corta historia de nosotros mismos, ha sido la religión, causa y efecto de innumerables acontecimientos históricos, incluyendo las guerras más cruentas.
Algunos historiadores vaticinan que la tercera guerra mundial será una (otra) guerra religiosa.

Comenzaré con el singular Hinduismo.

Un rasgo básico de la flexibilidad y robustez de la tradición hindú ha sido su facilidad para incorporar en su seno las diferentes oleadas de pueblos colonizadores en el transcurso del tiempo.

Algunas de las más importantes formas religiosas del planeta han germinado en territorio indio: el hinduismo, el budismo, el islam y el cristianismo.

El hinduismo no tiene fundador, ni texto oficial, como la Biblia o el Corán, ni dogmática, ni iglesia organizada.

Es el resultado de la convivencia de enfoques diversos e incluso contradictorios sobre la divinidad y el universo.

El Hinduismo declara la existencia de diversas vías para llegar a Dios: la meditación, el conocimiento, el trabajo y la devoción.

"A pesar de la evolución y la influencia de diversas ideologías, mantiene ciertas directrices, pensamientos dominantes, hondos vínculos dinámicos que engarzan los distintos momentos y vaivenes. La unidad del Hinduismo no es la de un cuerpo de doctrinas inalterable o la de un almacén consolidado de creencias, sino la unidad de una vida que fluye"- M.T.Román.

Continúa en Hinduismo II.



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