jueves, 17 de marzo de 2011

Origen del gran debate ético universal

Esperanza de vida en el mundo

La estirpe humana no es más que un sustrato químico en un planeta pequeño, orbitando alrededor de una estrella mediana, en los suburbios de una galaxia del centenar de millones que existen
Stephen Hawking- Contemporáneo


Ya os habréis dado cuenta de que este camino de reflexión sobre el mundo, la vida y el hombre no tiene como objetivo único la comprensión del presente para concluir con la exposición de respuestas encontradas.
La visión que pretendo transmitir va un poco más allá. Me he referido en alguna ocasión a nuestro "próximo nuevo futuro", como si considerase que nuestro tiempo por llegar se dividirá en dos, el que alcanzaremos con el devenir y la inercia de nuestro pasado y presente, y el que elegiremos entre todos, más por obligación que por reflexión profunda de nuestro camino erroneo, en algún momento de los próximos tiempos.
Pues bien, así lo creo exactamente.

También os habréis dado cuenta de mi fascinación por los avances científicos y en particular por los descubrimientos genéticos. Posiblemente alguno de vosotros haya deducido ya que ese gran debate universal, y ese próximo nuevo futuro de la humanidad, vendrán, en mi opinión, de la mano de estos hallazgos genéticos que nos obligarán a tomar decisiones a nivel mundial, decisiones éticas, decisiones que deberán ser muy reflexionadas y consensuadas, decisiones sobre nuestra vida y nuestro hogar común.

Creo, y desde esta misma entrada al blog lo suscribo por escrito, que dentro de algunos años, quizás décadas, los científicos descubrirán el proceso químico/biológico del envejecimiento celular, y serán capaces de detenerlo, y podremos vivir...ya veremos cuánto podremos vivir. Pero sin lugar a dudas, con unas perspectivas demográficas de 10.000 millones de habitantes en la Tierra en 2050, si la ciencia nos muestra el camino para detener nuestro envejecimiento, habrá que tomar importantes decisiones.

NOTICIA DEL 16 DE MARZO DE 201

París.- Un equipo de investigadores franceses ha descubierto “un poderoso gen de la longevidad” en ciertos gusanos, que podría ayudar a los seres humanos a luchar contra enfermedades ligadas a la vejez como el cáncer, la osteoporosis o los procesos neurodegenerativos.
Se trata del nhr-80, un “gen maestro” que poseen cierto tipo de gusanos y que transmite información a otros muchos genes a los que tutela, explicó a Efe el director de la investigación, Hugo Aguilaniu.
La “sobreexpresión” del mismo en gusanos del tipo caenorhabditis elegans de laboratorio (la elaboración de más copias de esa sustancia) alarga su vida hasta un 150 por ciento más que la de los especímenes salvajes.
El nhr-80, cuya versión en el ser humano es el nhs-4, se activa gracias a una hormona que aún no se ha descubierto y que los científicos intentan identificar.
Una vez localizada esa misteriosa hormona, será más fácil para los expertos operar sobre ella e intentar alargar la longevidad de los organismos, incluidos los de los seres humanos.
Según el equipo del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), de la Escuela Superior de Lyon y de la Universidad Claude Bernard dirigidos por Aguilaniu, es “muy probable que se desarrollen nuevas aplicaciones para concebir medicamentos capaces de luchar de golpe contra un conjunto de enfermedades vinculadas al envejecimiento.”

Sin embargo, todavía habrá que esperar dos o tres años para que los investigadores -que publicarán las conclusiones de su estudio en la revista “Plos Biology"- pasen de experimentar con gusanos a hacerlo con ratones y al menos diez años para iniciar los ensayos médicos con humanos.

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