jueves, 7 de abril de 2011

El miedo, el futuro, la otra vida.

Los seres humanos somos criaturas muy asustadizas, y necesitamos conocer nuestro futuro.
Nicholas Humphrey- contemporáneo

Coincido plenamente con el aforismo del doctor Humphrey.
La primera parte del mismo la haría extensible al resto de seres vivos que habitan nuestro hermoso planeta.
Todos somos asustadizos. Todos tenemos miedo. ¿A qué? A la muerte. Todos tenemos miedo a morir.
Lo comenté hace poco. Todo ser vivo sano desea conservar la vida y la salud. ¿Por qué ese empeño universal en no morir? Es evidente que es algo genético transmitido desde el principio de los tiempos. Aferrarse a la vida es innato a todo ser vivo.

"¿Qué es el miedo y de qué maneras se manifiesta? (fuente wikipedia)
El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. 

Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo, y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y beneficioso para el individuo y para su especie.

Desde el punto de vista neurológico es una forma común de organización del cerebro primario de los seres vivos, y esencialmente consiste en la activación de la amígdala, situada en el lóbulo temporal.

Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia en la persona.

Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos (miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo) y guarda estrecha relación con los distintos elementos de la cultura."

Me pregunto por qué 4 ó 5.000 millones de personas, creyentes, convencidos de que tras esta vida terrenal alcanzarán el gozo de una vida de felicidad máxima, vida espiritual sin las ataduras del mundo sensible, se aferran a la vida como a un clavo ardiendo, como si fuese el último peldaño al que sujetarse antes de caer al vacío.

"Necesitamos conocer nuestro futuro", dice el aforismo de entrada. La cuestión sobre la que reflexionar es si esa necesidad de conocimiento futuro, fruto de nuestra obsesión por sobrevivir, permanecer, no morir, nos han llevado a "inventar" esas vidas futuras post-mortem.

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