viernes, 8 de julio de 2011

¿Cómo mejorar el mundo?


Atiende ahora a mis palabras, halladas a costa de dulces fatigas
Lucrecio S I a.C.


Sugiero un ejercicio en círculos concéntricos:

1- Mejórate tú mismo- constrúyete- sé feliz.

Tú te conoces mejor que nadie y sabes cuáles son esas áreas de tu carácter/personalidad que podrías mejorar. Únicamente con tomar la determinación de desear hacerlo ya estás construyendo un nuevo tú.
Los engranajes del carácter son moldeables, como la plastilina, como la miga de pan, a voluntad. No creo en personalidades inquebrantables, ni en formas de ser genéticas y férreas.
Creo en la razón como dueña y señora de nosotros mismos. No somos como somos y no hay nada que hacer. Somos como somos, pero podemos ser como queramos ser.

El irascible puede controlar su cólera si realmente desea hacerlo, no me cabe la menor duda.
El egocéntrico puede descentrarse a voluntad.
El mentiroso compulsivo puede dejar de mentir en cuanto se lo proponga, sin el menor esfuerzo.
El envidioso puede sentirse reconfortado marcándose objetivos propios.

Te propongo un ejercicio de reflexión interna profundo. Tómate unos días de vacaciones y dedícatelos a ti mismo. Analízate de nuevo, haz una fotografía de tu interior presente, y esboza el yo que deseas ser. Después compara ambos y simplemente decide serlo desde ese momento. No te costará, te lo aseguro. Somos un flujo continuo en construcción, somos fruto de nuestra herencia genética, de nuestras circunstancias vitales, y de nuestra razón, que mueve nuestro deseo, y que es capaz de moldearnos a voluntad.

Sé quien quieres ser y alcanza la felicidad. Siendo tú más feliz, el mundo habrá cambiado a mejor.

2- Mejora tus relaciones en casa. Cónyuge-hijos-padres-hermanos

La convivencia a veces es dura. Vivir bajo el mismo techo, tener que acoplar nuestros deseos a los del resto de personas con las que vivimos se convierte en una lucha de intereses de difícil acuerdo.

Abogo de nuevo a la razón para que sepamos analizar a cada uno de las personas con las que convivimos y seamos capaces de ponernos en su lugar en cada momento, empatizar con ellos y darnos cuenta de que sus deseos pueden ser diferentes a los tuyos, y que eso no implica que tengas que luchar permanentemente con él o ella.

Debes pensar que las personas con las que convives, tus familiares más cercanos, tu esposa, tu marido, tus hijos, tus hermanos o tus padres, son las más importantes de tu vida y debes entregarles todo el amor que puedas ofrecer. Amar es renunciar a veces. Otras ofrecer, las más.
Es sin duda mucho más gratificante tener un buen ambiente familiar en el hogar, a que se cumplan tus deseos sobre asuntos prosaicos como a qué hora comer, quién recoge los platos, o quién lava la ropa.

Entrégate a tu gente, hazles felices y tú lo serás mucho más. Rabindranath Tagore dijo: “Dormía, y soñaba que la vida era alegría. Desperté, y vi que la vida era servicio. Serví, y vi que el servicio era alegría”. Ése es el mensaje que quisiera que comprendieses bien, que la felicidad que alcanzas siendo servido, o consiguiendo tus caprichos, es efímera e insustancial, y que la verdadera felicidad, la que refresca nuestros corazones y nos alimenta la vida, se consigue entregándonos sin esperar nada a cambio, que servir a quien amas es la auténtica felicidad. Y favorece la construcción de un mundo mejor.

3- Mejora tus relaciones familiares-sociales-entorno cercano

Las relaciones personales-afectivas son como seres vivos. Es necesario alimentarlas adecuadamente para que sobrevivan. En casa regamos cada una de nuestras plantas para que estén bonitas y adornen nuestro hogar.

Las relaciones hay que regarlas también, pero no a todas con el mismo agua.

De nuevo debes realizar un ejercicio de reflexión profunda sobre este asunto. Te sugiero que en esta ocasión utilices un papel y escribas, en una columna, los nombres de tus familiares cercanos, y en otra el nombre de tus amistades, personas cercanas, compañeros de trabajo…

Y dedícale a cada uno de ellos, uno a uno, unos minutos de pensamiento sereno. Analiza tu relación con esa persona y define, no te costará, la manera en que podrías mejorarla.

Te anticipo que la mejor manera de mejorar tu relación con una persona es haciendo todo lo posible para que se sienta bien. Escúchale con atención cuando te hable, mírale a los ojos con franqueza, preocúpate por sus preocupaciones y haz lo posible para que dejen de serlo. Hazle saber que le aprecias, díselo directamente. Pregúntale por su gente querida. Pronuncia su nombre cuando le hables o le saludes.

Descéntrate. Uno de los mayores problemas que observo en la sociedad en la que me muevo es el egocentrismo. Nos pasamos la vida pensando en nosotros mismos y en nuestras necesidades o caprichos. Es necesario descentrarse mentalmente para ocuparse de las necesidades de aquellos a quienes apreciamos.

Siembra y recogerás, dice un refrán en el que creo firmemente. Siembra, reparte cariño, amabilidad, cordialidad, amistad, franqueza, comprensión y ayuda, y recogerás multiplicado todo aquello que entregues con ilusión y desinterés.

El mundo será sin duda un lugar mejor si tus familiares y amigos sienten que tienen una relación afectiva amable, cariñosa y cordial contigo.

4- Mejora-ayuda a tu Comunidad

Podemos entender por Comunidad tu aldea, tu pueblo, tu barrio, tu ciudad, o incluso tu país.

Siempre hay maneras de hacerlo. Asociaciones de vecinos, asociaciones locales, sindicatos de trabajadores, partidos políticos… aporta tu razón, tu sentido común, tu trabajo, tu verdadero espíritu de servicio público, y lucha por mejorar la situación de tus conciudadanos, haciendo lo posible por mejorar la cotidianidad de los desempleados, ancianos, niños, enfermos, pensionistas, discapacitados y resto de personas de tu Comunidad.

No hay mucho más que decir salgo que realices esta función con ánimo constructivo y de entrega, vuelvo a decir. Tu esfuerzo revertirá en tu comunidad, en tu gente cercana y en ti mismo, y el mundo será un poco mejor.

5- Contribuye a mejorar la situación de indefensión de los más necesitados del mundo

Ya lo hemos hablado antes en este blog. Más de 1000 millones de personas pasan hambre en el mundo. Miles de niños menores de 5 años mueren cada día de hambre, sed o enfermedades comunes.

Podría dar muchos más datos pero no creo que sea necesario en este momento.

El mundo está malherido, sangra por tres cuartas partes de su cuerpo. Debemos hacer algo para tapar alguna herida, aunque sea menor.

Colabora con alguna ONG o monta una. Dona dinero si puedes, hazte voluntario, hazte cooperante, piensa en alguna actividad que redunde en beneficio de todas estas personas que necesitan ser ayudadas.

Siéntete hermanado con ellos, porque así es, y preocúpate de su felicidad.

Dedica una parte de tu vida a devolverle a la vida todo lo que has recibido de ella, o quizás un poco más.

No les olvides nunca, ni un solo día de tu existencia, porque cada día te necesitan, cada día, y no una vez al año en Navidad.

Y contribuirás a que el mundo sea un lugar mejor y más amable para todos.

Te quiero mucho, lector.

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