miércoles, 1 de diciembre de 2010

Primera de las tres grandes decepciones del ser humano a lo largo de nuestra historia


El mundo puede ser perfectamente diferente a como lo percibimos.
Carnéades / Escéptico S II a.C. 



El Heliocentrismo

Lo que determinan los sentidos con toda nitidez es el geocentrismo. Astros y planetas girando en la bóveda celeste alrededor del centro del Universo, la Tierra, nosotros.

Es necesario tener una mente abierta y brillante para replantearse lo obvio, aquello que observamos cada día y cada noche. Sobre todo cuando nadie anets que tú se ha planteado algo semejante.
La teoría heliocéntrica sostiene que la Tierra y los demás planetas giran alrededor del Sol (Estrella del Sistema Solar). El heliocentrismo, fue propuesto en la antigüedad por el griego Aristarco de Samos, Siglo III a.C., quien se basó en medidas sencillas de la distancia entre la Tierra y el Sol, determinando un tamaño mucho mayor para el Sol que para la Tierra.

Por esta razón, Aristarco propuso que era la tierra la que giraba alrededor del Sol y no a la inversa, como sostenía la teoría geocéntrica de Ptolomeo o Aristóteles (vigente hasta 19 siglos después), comúnmente aceptada en esa época y en los siglos siguientes, acorde con la visión antropocéntrica imperante (siempre hemos sido egocéntricos).

Arquímedes escribió:
"Tú, rey Gelón, estás enterado de que el universo es el nombre dado por la mayoría de los astrónomos a la esfera cuyo centro es el centro de la Tierra, mientras que su radio es igual a la línea recta que une el centro del sol y el centro de la tierra. Ésta es la descripción común como la has oído de astrónomos. Pero Aristarco ha sacado un libro que consiste en ciertas hipótesis, en donde se afirma, como consecuencia de las suposiciones hechas, que el universo es muchas veces mayor que el universo recién mencionado. Sus hipótesis son que las estrellas fijas y el sol permanecen inmóviles, que la tierra gira alrededor del sol en la circunferencia de un círculo, el sol yace en el centro de la órbita, y que la esfera de las estrellas fijas, situada con casi igual centro que el sol, es tan grande que el círculo en el cual él supone que la tierra gira guarda tal proporción a la distancia de las estrellas fijas cuanto el centro de la esfera guarda a su superficie."

En el siglo XVI, la teoría vuelve a ser formulada, esta vez por Nicolás Copérnico, uno de los más influyentes astrónomos de la historia, con la publicación en 1543 del libro De Revolutionibus Orbium Coelestium. La diferencia fundamental entre la propuesta de Aristarco en la antigüedad y la teoría de Copérnico es que este último emplea cálculos matemáticos para sustentar su hipótesis. Precisamente a causa de esto, sus ideas marcaron el comienzo de lo que se conoce como la revolución científica, que en mi opinión continúa vigente. No sólo un cambio importantísimo en la astronomía, sino en las ciencias en general y particularmente en la cosmovisión de la civilización. A partir de la publicación de su libro y la refutación del sistema geocéntrico defendido por la astronomía griega, la civilización rompe con la idealización del saber incuestionable de la antigüedad y se lanza con mayor ímpetu en busca del conocimiento.

El heliocentrismo es la primera gran decepción que sufre la humanidad a lo largo de su historia. Ya no somos el centro del Universo, es cierto, pero seguimos siendo seres creados a imágen y semejanza de Dios, y además nos tenemos a nosotros mismos y a nuestra mente.
Segunda y tercera decepciones.





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