PARA QUE TE DÉ DE SÍ LA VIDA, MI BIEN
(legado para los que nos han de continuar)
Para que te dé de sí
la vida, mi bien, que nada te sacie la mirada.
Desde tu perspectiva,
el tiempo es un interminable futuro,
pero desde la mía, es
un corto pasado.
En ningún caso es
lineal, tenlo claro.
Ni que debes a tus
padres la visión de la mañana.
Que hambre y amor
hacen girar coherentemente el mundo,
o que en lo más
profundo de la noche surge, amor mío el alba.
Decídete con firmeza
por la felicidad, pero no cierres la puerta al desamparo,
por que no hay hombre tan viejo que no pueda vivir
un año,
ni hombre tan joven que no pueda morir mañana.
Recibe las enseñanzas
de un hombre preocupado que ha aprendido,
por cuenta propia, y
de muchos poetas y pensadores previos
que aquí se
homenajean,
que ningún mar en
calma hizo experto a un marinero,
o que no hay árbol
que el viento no haya sacudido.
Que debes mirar a las estrellas, pero no olvidar encender
la lumbre en el hogar.
Que de las nubes
negras cae un agua limpia y fecundante.
Que antes padre que
amigo, siempre constructivo,
o que en esta vida ingrata
que hemos construido,
donde sí da la
felicidad el dinero,
no hay verdades
absolutas, pasen y vean.
Empatiza siempre antes
de juzgar.
La soledad no es
estar solo, sino estar vacío.
Hay que regar con
frecuencia las relaciones de amistad.
Que la autenticidad, esto es muy importante, es la
lucha por disminuir
la
distancia entre nuestra palabra, nuestra conducta y nuestra verdad moral.
Para que te dé de sí
la vida, que las olas del mar no te manejen,
que su esfera azul no
te contenga.
Mirar al futuro con
ojos de deseo y convencimiento de camino.
Esa es la manera,
joven amigo, que nada te detenga.
Derrama y sé amor,
que es lo único que crece cuando se reparte.
Ilumina el mundo con
risas, trabajo, honradez, pasión y tu arte.
Recuerda siempre con
respeto al que le da verde a los pinos.
Y por supuesto, nunca
lo dudes,
todo está por
escribirse, no creas en el destino.
Si algún día te
quedas sin fuerzas de algo, que sea para rendirte.
Que a tu alrededor
crezcan paraísos, canela y vientos,
porque es más placentero dispensar un beneficio
que recibirlo.
Aprende que no es lo mismo información que
conocimiento.
Que a más libros, más libres.
Que la ruta más corta es el camino correcto, y el
día más bello sin duda hoy.
Y que lo más fácil es equivocarse, el mayor
obstáculo es el miedo,
y la peor derrota, el desaliento.
Recibe las enseñanzas de este filósofo, siempre
observando,
y te escribe porque va menguando, como las
huellas de las gaviotas en las playas,
que aunque nada
cambie, si tú cambias, todo cambia.
No vivas con quien no
ames. Daros la oportunidad de amar y ser amados.
Vive la vida que
hayas planeado,
aunque nunca
olvidando,
que nadie que haya aliviado el peso de sus
semejantes debe sentirse fracasado.
Recibe las enseñanzas de este padre preocupado que
ha aprendido, hijo,
que la vida no se mide por las veces que respiras,
sino por los momentos que te dejan sin aliento,
como tu nacimiento.
Que el verdadero infierno, es el miedo al castigo
de los pecados durante la vida.
Que el mundo entero se aparta cuando ve pasar a un
hombre que sabe a dónde va.
Que las manos con más cicatrices acarician con más
suavidad,
y que vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos
tenemos el mismo horizonte.
Que no te dé de sí la
vida, querido, para saciarte de ella.
Sé compasivo con los
que padecen algún tipo de dolor.
Trabaja en algo que
te apasione o agrade.
Camina al lado de
ciencia y técnica, no te retrases.
Honra al lenguaje.
Intégrate en la
sociedad. Trabaja con el objetivo de mejorar tu entorno.
No sólo para ti, sino para todos los demás.
Que cuando las arañas unen sus telas, pueden atar
a un león
Siéntete hermanado
con la humanidad, y trabaja para mejorar su situación.
Es mas fácil construir a niños fuertes que reparar
a hombres rotos.
Renueva tu compromiso
contigo mismo, con tus cercanos,
y con tu planeta cada cierto tiempo.
No te olvides de hacerlo.
Recibe las enseñanzas
de este buen hombre que dudaba,
que los sufrimientos del bondadoso y débil, y la
prosperidad de la mala gente,
prueban que los dioses son perfectamente
indiferentes a los asuntos humanos.
Que hay que luchar con uñas y dientes por la
libertad de tu mente.
Que el genio comienza las grandes obras, pero sólo
el trabajo las acaba.
Siempre reo de las consecuencias, aunque la
libertad de elección en tu mano.
Somos lo que fuimos y
el tiempo que nos queda, además de efímero presente.
Para que te dé de sí
la vida, mi amor, cuida y riega cuerpo y memoria.
No te arrepientas de
lo que no intentaste.
Sé la idea de ti que
imaginaste,
sin olvidar este mensaje, que lo que pase por vos
se transforme.
Imagínate. Visualízate.
Sé como quieras ser. Constrúyete.
Mira a los ojos y
recuerda los nombres.
Sólo te pido, hazlo
por mí, que seas un buen hombre,
y que no malgastes
este hermoso regalo, sin pena ni gloria.
Y aprende de este
amante y poeta entristecido que quisiera
besar pedacito a pedazo cada parte de su cara y
nunca acabar de quererla,
que no es posible quitarse de las ganas a quien
amas,
y que hay que hacerlo sin límites y enseñarle el
origen de todos los poemas.
Siempre a besos, a ratos, a párpados, a sueños.
Para que te dé de sí la vida, mi bien, debes saber,
que existir,
es
comprenderse o interpretarse en el mundo,
y que siempre somos responsables de lo que no
tratamos de impedir.
Cuántas cosas perdemos por miedo a perder.
Aprende de este aprendiz de todo que va
envejeciendo,
que el tiempo es un gran maestro que va matando a
sus discípulos.
Que cuando llegue la
muerte a buscarte, dentro de largo tiempo,
te salude con respeto, y puedas acompañarla sonriente, satisfecho, sereno
y con la
cabeza alta.
Quizás incluso me
recuerdes en ese momento.
Porque la vida es tan corta y el oficio de vivir
tan difícil,
que cuando uno empieza a aprenderlo ya hay que
morirse.
Y por eso ahora, con mi tiempo hecho, y la ilusión
viva,
para que te dé de sí la vida,
transmito este legado con mis certezas, aunque espero,
que estos no sean los últimos versos que yo os
escriba.
Pepo
Díaz
2014
Gracias, Pepo!!! Es precioso el poema que escribiste! Cuanta verdad contiene y cuanto tengo que aprender de la hermosa tarea que creaste con tanto amor en la que me has involucrado. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarTe doy las gracias por hacerme llegar este escrito tan hermoso, profundo y sentido. Gracias por acordarte de mí, gracias por este detalle delicado. Además, me ha permitido conocer tu blog en el que estoy descubriendo reflexiones valiosas y que, si tú me permites, desearía usar alguna vez en mis clases. Ya sebes que me gusta darle a los alumnos estas preciosas perlas que les ayuden a pensar en profundidad. Y termino retomando el título: para que te dé de sí la vida, te deseo, Pepo, que siga viva esta llama que te empuja a buscar respuestas de las que otros podremos aprender. Un abrazo.
ResponderEliminarPermiso concedido, estimado José Luis. Es un honor.
EliminarY muchas gracias por tus amables palabras.