viernes, 28 de octubre de 2011

Sobre Dios


Cuando se trata de Dios, el pensamiento es más verdadero que la palabra, y la realidad de Dios, más verdadera que el pensamiento. San Agustín.

La religión es un delirio del que la cultura podrá y deberá acabar por desembarazarse cuando aprenda a aceptar los sobrios límites impuestos por la realidad, de modo que las prescripciones morales dependan sólo de la justificación social- Freud


El siguiente ejercicio de reflexión que propongo pasa por revisar las teorías filosóficas-religiosas sobre Dios, expuestas con anterioridad, y tratar de conciliarlas con las respuestas alcanzadas hasta el momento, de forma que dichas conclusiones/respuestas se conviertan en premisas de una nueva conclusión, si es posible.

- El Fideísmo consiste en la doctrina profesada por algunos religiosos, de que a Dios no se puede llegar por la razón, sino sólo por la fe.

Sus argumentos son:
• La teología cristiana enseña que la gente es salvada por fe.
• Pero, si la existencia de Dios puede ser probada, tanto por empirismo como por uso de la lógica, la fe sería irrelevante.
• Ergo, si la teología cristiana es verdadera, ninguna prueba de la existencia de Dios es posible.

Una teoría que menosprecia la razón, la lógica y el pensamiento es perfectamente compatible con las ideas expresadas hasta el momento en este blog, que pretender ser razonable, lógico y reflexivo.
Si quieres creer, cree.
 
Pero si las teorías fideistas, una vez alcanzado Dios por la fe, se atreven a afirmar con rotundidad, aceptando la teología revelada en los libros y sin poner en duda su veracidad, que Dios nos juzgará tras nuestra muerte y el resto de nuestra vida inmortal dependerá de ese juicio y de nuestros actos en esta efímera existencia, entonces no es compatible en absoluto.
 
Mis teorías son incompatibles con el fideísmo.

- El Deísmo es una postura filosófica que acepta la existencia y la naturaleza de Dios a través de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas, como la revelación directa, la fe o la tradición. Un deísta es aquel que se inclina a creer en la existencia de algún ser superior, pero no practica ninguna religión. Así, uno de los principales postulados de esta doctrina está basado en la creencia de que Dios existe y creó el universo físico, pero no interfiere con él.

Los deístas típicamente también tienden a rechazar los eventos sobrenaturales (milagros, profecías, etc.) y a afirmar que Dios no interfiere en la vida de los humanos y las leyes del universo. Por ello, a menudo utilizan la analogía de Dios como un relojero. Lo que para las religiones organizadas son revelaciones divinas y libros sagrados, la mayoría de deístas entiende como interpretaciones inventadas por otros seres humanos, más que como fuentes autorizadas. Los deístas creen que el mayor don divino a la humanidad no es la religión, sino la habilidad de razonar.

Perfectamente compatible con mis ideas sobre un Dios ajeno u observador, pero en ningún caso interviniente en nuestro mundo o en nuestras vidas.
Al igual que los fideístas, los deístas creen en el Juicio Final y en la vida espiritual tras la vida terrenal.
Por tanto, aunque se aproxima en el enfoque del Dios creador ajeno u observador, no es compatible con otra existencia.
 
- El Pandeísmo es una creencia religiosa que proviene de la combinación de las corrientes del Panteísmo ("Dios", o su equivalente metafísico, es idéntico al Universo) y al Deísmo (que el dios-creador que diseñó el Universo ya no existe en un estado en el que pueda ser alcanzado, y que, en su lugar, sólo puede ser confirmado con el uso de la razón). Es la creencia de que el Creador del Universo de hecho se volvió el Universo y dejó de existir como una entidad separada y consciente.
 
Algunas de las corrientes explican que Dios es un todo, pero "explota" en el Big Bang y ya no es Dios. Su materia queda esparcida y de esa misma se crea el universo. Se teoriza que todo lo que existe forma parte de esos fragmentos y que sufrimos y evolucionamos aspirando volver a unirnos a ese todo (Apocatástasis).
 
También es compatible con una creación de la vida fruto del azar y de la lucha por la supervivencia de los seres vivos.

Y con el Dios ajeno u observador en el que han confluido mis ideas.

- El Pandeísmo aboga por una unión con Dios en algún momento de la evolución del Universo/Dios, pero no en una vida futura. Por tanto es compatible aunque yo particularmente no veo/encuentro/siento a Dios en nada de lo que me rodea, y menos en el África más profunda, de donde acabo de regresar y donde, salvo en el encomiable trabajo de muchas personas creyentes que dedican su vida a ayudar a los que más lo necesitan, Dios no intervenía en aquellas vidas, sin duda (es una cuestión personal de fe/creencia).
 
- El Panteísmo es una creencia o concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual el Universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de "Dios
Cada criatura es un aspecto o una manifestación de Dios, que es concebido como el actor divino que desempeña a la vez los innumerables papeles de humanos, animales, plantas, estrellas y fuerzas de la naturaleza. También aporta un nexo de unión entre diferentes religiones, por ejemplo, hay poca diferencia entre esta visión o el que para los budistas "el uno es el todo".
 
Hemos comprobado cómo todo y todos somos fruto de una serie de circunstancias ecológicas. Es “posible”, y por tanto no podemos negar la idea, que Dios fuese la mano motora de todos esos hechos aparentemente azarosos.

Tampoco hay vidas futuras espirituales. Sin embargo, no concibo un mundo con tanto mal, con Dios en cada pedazo de mundo. Después entro en detalle.
 
- El Agnosticismo es aquella postura filosófica o personal que considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende o va más allá de lo experimentado o experimentable
 
De esta forma, el agnóstico no niega la existencia de un dios, pero insiste en que ésta no es demostrable o que no se ajusta a los supuestos establecidos en las diversas religiones oficiales.
Por supuesto perfectamente compatible con las ideas expuestas.

- El Ateísmo es, en un sentido amplio, la no creencia en deidades u otros seres sobrenaturales. En un sentido más estricto el ateísmo es la posición que sostiene la inexistencia de deidades. Algunos la definen como una doctrina o posición que rechaza el teísmo, que en su forma más general es la creencia en la existencia de, al menos, una deidad.

En realidad es lo contrario del Fideismo. En este caso es una cuestión de no fe, sin razones.
 
- Misoteísmo es el "odio a Dios". Estrictamente hablando, el término adquiere la connotación de odio hacia los dioses más que referirse a la naturaleza de los mismos.
 
De nuevo una cuestión de fe que va un poco más allá del creer o no creer, sino que se adentra en la emoción del odio. Un tanto inmadura, creo. Culpar a Dios o a los dioses de nuestros males es desocuparnos de nosotros mismos y ser victimista sin razones.


CONCLUSIONES
 
Hace ya siglos que ya ningún filósofo se plantea cuestionarse la demostración de la existencia o no de Dios.
En mi opinión la metafísica que se estudia en la Universidad no deja der ser la opinión más o menos reflexiva de grandes pensadores, fruto en la mayoría de los casos de sus ideas religiosas no racionales.

Kant anuncia el fin de la metafísica y niega cualquier posibilidad de alcanzar con la razón cotas sobrenaturales nunca observadas, y por tanto sin capacidad alguna de reflexión u opinión sobre ellas.
 
Todos los esfuerzos posteriores: Fichte, Schelling, Hegel, Nietsche, Heidegger, Foucalut, Derrida…no son sino los últimos coletazos de un fracaso histórico del ser humano por conseguir esas respuestas.

El razonamiento lógico nunca alcanzará las verdades. Ni siquiera se acercará a ellas. No merece la pena dedicar un solo minuto a intentarlo.

Y a mi juicio esa frustración racional por entender lo que nos rodea ha hecho mucho mal a la humanidad, ya que muchas personas, algunas de ellas con una influencia histórica enorme, inventaron, quizás quisieron creer, y quizás se auto-convencieron de la verdad de sus ideas, un mundo paralelo al nuestro (algunos lo sitúan por encima de, otros más allá de) que ha influido en el hombre y en nuestra historia más que el nuestro propio.

Todavía hoy el 90% de la población mundial cree en ese Universo espiritual que nuestro conocimiento sensible no puede captar, aunque sí sentir (como afirman muchas personas que han estado al borde de la muerte, o algunos ascetas, o místicos de todos los tiempos y religiones.

Son varias las preguntas que debemos hacernos:
 
-¿Por qué tenemos la necesidad de conocer toda la verdad de todo?
-¿Por qué tantos millones de personas “sienten” que existe una realidad diferente a la que observamos con los sentidos, o adivinamos ciertamente con nuestra razón o instrumental científico?
 
Me temo que no tengo respuestas para estas preguntas. Mi razón, mi observación de la realidad, mis estudios históricos, mis pequeños conocimientos científicos me han llevado a conclusiones que ya he expuesto.
 
El hecho de que la vida en este planeta sea fruto del azar y de la lucha por la supervivencia de las especies.
El hecho de que haya quedado demostrado que conceptos como alma, o juicio final, o cielo, o infierno, sean conceptos mitológicos fruto de la creatividad de los hombres.
O el hecho de que no nos espere tras nuestra muerte física una nueva vida espiritual, no son ideas incompatibles con la existencia de un Dios creador (relojero), o un Dios-Naturaleza que lleva las riendas de nuestro mundo y nuestras vidas con una discreción sobrenatural.
 
Resumiendo lo expuesto sobre las ideas histórico-filosóficas-religiosas sobre Dios, mis respuestas no son compatibles con aquellos argumentos que se ofrecen fuera de la razón, como cuestiones de fe, como el Fideísmo, el Ateísmo o el Misoteísmo. No se trata en este camino de reflexión de terminar creyendo o no creyendo, u odiando, sin argumento alguno. No es esa la idea.
 
Tampoco es compatible con aquellas propuestas que ofrecen al hombre, y a sus miedos, el argumento mitológico de una vida espiritual tras la presente, y de un juicio en el que reviviremos nuestros actos para sentenciarlos. No son compatibles mis respuestas con el Fideísmo, de nuevo, ni con el Deísmo.
 
Rechazo el Panteísmo y el Pandeísmo al confrontar un mundo dolorido y hambriento, con el único Dios que concibo posible, que es bondadoso, lleno de amor, y en ningún caso castigador.
El mal en el mundo incompatibilizan esta fusión. Puedo pensar, aunque no comprender, en un Dios lejano al mundo, ajeno a él, u observador del mismo, pero no considero compatible un Dios convertido en Universo, en mundo, en vida, con tanto dolor humano (quizás es ésta una afirmación poco filosófica y fundamentada).
 
Mi reflexión de pensamiento, y las respuestas ofrecidas, únicamente me dejan una salida, el Agnosticismo.
 
Sin embargo yo también soy una de esos miles de millones de personas que “pre-sienten” algo en su interior de una manera no razonada-intuitiva.

En mi caso, pre-siento con una fuerza cuyo origen desconozco, que me ofrece una certeza que rechazo por ilógica e irracional, que nadie nos acompaña en este maravilloso camino que es la vida.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Identificado el material genético que hace inmortales a las células madre tumorales


El hombre es mortal por sus temores, e inmortal por sus deseos.

Pitágoras S. VI a.C.

El hallazgo abre una vía para erradicar los procesos malignos ya que si se puede bloquear su función en las células tumorales, podría inducirse la senescencia de las mismas

Fuenta Agencia EFE 26-10-2011

Un equipo de investigadores del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) de Barcelona ha descubierto cómo pequeñas cadenas de material genético juegan un papel importante en la inmortalidad celular y, por tanto, actuar sobre ellas podría tener consecuencias en el avance de la lucha contra el cáncer.

Estas cadenas de material genético, llamadas microRNAs y de función hasta hace poco casi desconocida, son capaces de regular la expresión de otros genes, ha informado el VHIR en nota de prensa.

La caracterización de microRNAs terapéuticos abre una vía para erradicar los procesos malignos, ya que si se puede bloquear su función en las células tumorales podría inducirse la senescencia de las mismas.

El grupo de investigación de Oncología y Patología Molecular del VHIR trabaja desde hace años en el estudio del envejecimiento de las células y la inmortalidad celular.
La característica que hace que las células tumorales sean tan nocivas es precisamente esta capacidad inmortal, pues no envejecen ni se autoeliminan, contrariamente al comportamiento de las células sanas, que sí lo hacen, lo que provoca que los tumores crezcan sin control y sean tan malignos.

Uno de los grandes retos de la investigación ha sido identificar microRNAs (que regulan más de un tercio de todos los genes de nuestro genoma), que hacen posible esa inmortalidad para estudiar después mecanismos que "desactiven" esa eterna juventud y puedan convertir así las células malignas en mortales.
Ésta es también la base de algunos tratamientos antitumorales centrados en la inducción celular de senescencia, es decir que pretenden inducir el envejecimiento celular que lleve a la eliminación, por parte del organismo, de estas células que son metabólicamente activas, aunque incapaces de dividirse.
El trabajo dirigido por la doctora Matilde Lleonart buscaba caracterizar microRNAs terapéuticos para erradicar los procesos malignos, mediante la inducción de senescencia prematura celular como mecanismo antitumoral.

El grupo investigador ha llegado a identificar hasta 28 microRNAs capaces de "burlar" o evadir los mecanismos de senescencia y, en consecuencia, capaces de mantener el potencial proliferativo celular y, por lo tanto, otorgar inmortalidad a la célula.
"La característica más notable de este hallazgo es que los microRNAs específicos de células madre han sido capaces de evadir la senescencia con mayor efecto biológico que el resto de los microRNAs conocidos, induciendo así a esta inmortalización", explica la coordinadora del estudio.
Este hecho, aparte de afianzar la teoría de las células madre tumorales (CSCs, en sus siglas en inglés) como células originarias del cáncer y además responsables de "alimentar" el tumor, plantea un enfoque terapéutico dirigido contra aquellos microRNAs específicos de células madre tumorales CSCs.
 
"De esta forma -añade Lleonart- no sólo seríamos capaces de actuar inhibiendo la capacidad inmortal de las CSCs de dicho tumor ''in vivo'', sino que, además, éstas podrían revertirse a células senescentes".
 
Los investigadores llevaron a cabo trabajos experimentales comparando, por una parte, células madre, y, por otra, células primarias de mamífero.

Las células primarias son aquellas capaces de detener sus divisiones cuando ya lo han hecho entre 40 y 60 veces, es decir, cuando dejan de dividirse, envejecen y mueren.
"La posibilidad real de que una pequeña molécula de RNA sea capaz de bloquear la acción de un microRNA específico de CSCs y de que como consecuencia estas células entren en una especie de letargo metabólico que conducirá a una desaparición de su inmortalidad, es una idea muy esperanzadora en cáncer", apunta la doctora.

En este sentido, recalca que si se tiene cuenta que las CSC tienen por sí mismas estas características inmortales, el bloqueo de sus microRNAs específicos "podría ser diana de tratamientos antitumorales".

Las conclusiones del estudio sobre estos microRNAs, financiado por la Fundación BBVA, se han publicado en Medicinal Research Reviews.