lunes, 14 de abril de 2014

Para que te dé de sí la vida, mi bien (legado para los que nos han de continuar).




PARA QUE TE DÉ DE SÍ LA VIDA, MI BIEN
(legado para los que nos han de continuar)

Para que te dé de sí la vida, mi bien, que nada te sacie la mirada.
Desde tu perspectiva, el tiempo es un interminable futuro,
pero desde la mía, es un corto pasado.
En ningún caso es lineal, tenlo claro.
Ni que debes a tus padres la visión de la mañana.
Que hambre y amor hacen girar coherentemente el mundo,
o que en lo más profundo de la noche surge, amor mío el alba.
Decídete con firmeza por la felicidad, pero no cierres la puerta al desamparo,
por que no hay hombre tan viejo que no pueda vivir un año,
ni hombre tan joven que no pueda morir mañana.

Recibe las enseñanzas de un hombre preocupado que ha aprendido,
por cuenta propia, y de muchos poetas y pensadores previos
que aquí se homenajean,
que ningún mar en calma hizo experto a un marinero,
o que no hay árbol que el viento no haya sacudido.
Que debes mirar a las estrellas, pero no olvidar encender la lumbre en el hogar.
Que de las nubes negras cae un agua limpia y fecundante.
Que antes padre que amigo, siempre constructivo,
o que en esta vida ingrata que hemos construido,
donde sí da la felicidad el dinero,
no hay verdades absolutas, pasen y vean.

Empatiza siempre antes de juzgar.
La soledad no es estar solo, sino estar vacío.
Hay que regar con frecuencia las relaciones de amistad.
Que la autenticidad, esto es muy importante, es la lucha por disminuir
 la distancia entre nuestra palabra, nuestra conducta y nuestra verdad moral.

Para que te dé de sí la vida, que las olas del mar no te manejen,
que su esfera azul no te contenga.
Mirar al futuro con ojos de deseo y convencimiento de camino.
Esa es la manera, joven amigo, que nada te detenga.
Derrama y sé amor, que es lo único que crece cuando se reparte.
Ilumina el mundo con risas, trabajo, honradez, pasión y tu arte.
Recuerda siempre con respeto al que le da verde a los pinos.
Y por supuesto, nunca lo dudes,
todo está por escribirse, no creas en el destino.

Si algún día te quedas sin fuerzas de algo, que sea para rendirte.
Que a tu alrededor crezcan paraísos, canela y vientos,
porque es más placentero dispensar un beneficio que recibirlo.
Aprende que no es lo mismo información que conocimiento.
Que a más libros, más libres.
Que la ruta más corta es el camino correcto, y el día más bello sin duda hoy.
Y que lo más fácil es equivocarse, el mayor obstáculo es el miedo,
y la peor derrota, el desaliento.

Recibe las enseñanzas de este filósofo, siempre observando,
y te escribe porque va menguando, como las huellas de las gaviotas en las playas,
que aunque nada cambie, si tú cambias, todo cambia.
No vivas con quien no ames. Daros la oportunidad de amar y ser amados.
Vive la vida que hayas planeado,
aunque nunca olvidando,
que nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes debe sentirse fracasado.

Recibe las enseñanzas de este padre preocupado que ha aprendido, hijo,
que la vida no se mide por las veces que respiras,
sino por los momentos que te dejan sin aliento,
como tu nacimiento.
Que el verdadero infierno, es el miedo al castigo de los pecados durante la vida.
Que el mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va.
Que las manos con más cicatrices acarician con más suavidad,
y que vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos tenemos el mismo horizonte.

Que no te dé de sí la vida, querido, para saciarte de ella.
Sé compasivo con los que padecen algún tipo de dolor.
Trabaja en algo que te apasione o agrade.
Camina al lado de ciencia y técnica, no te retrases.
Honra al lenguaje.
Intégrate en la sociedad. Trabaja con el objetivo de mejorar tu entorno.
 No sólo para ti, sino para todos los demás.
Que cuando las arañas unen sus telas, pueden atar a un león
Siéntete hermanado con la humanidad, y trabaja para mejorar su situación.
Es mas fácil construir a niños fuertes que reparar a hombres rotos.
Renueva tu compromiso contigo mismo, con tus cercanos,
 y con tu planeta cada cierto tiempo.
 No te olvides de hacerlo.

Recibe las enseñanzas de este buen hombre que dudaba,
que los sufrimientos del bondadoso y débil, y la prosperidad de la mala gente,
prueban que los dioses son perfectamente indiferentes a los asuntos humanos.
Que hay que luchar con uñas y dientes por la libertad de tu mente.
Que el genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba.
Siempre reo de las consecuencias, aunque la libertad de elección en tu mano.
Somos lo que fuimos y el tiempo que nos queda, además de efímero presente.

Para que te dé de sí la vida, mi amor, cuida y riega cuerpo y memoria.
No te arrepientas de lo que no intentaste.
Sé la idea de ti que imaginaste,
sin olvidar este mensaje, que lo que pase por vos se transforme.
Imagínate. Visualízate. Sé como quieras ser. Constrúyete.
Mira a los ojos y recuerda los  nombres.
Sólo te pido, hazlo por mí, que seas un buen hombre,
y que no malgastes este hermoso regalo, sin pena ni gloria.

Y aprende de este amante y poeta entristecido que quisiera
besar pedacito a pedazo cada parte de su cara y nunca acabar de quererla,
que no es posible quitarse de las ganas a quien amas,
y que hay que hacerlo sin límites y enseñarle el origen de todos los poemas.
Siempre a besos, a ratos, a párpados, a sueños.

Para que te dé de sí la vida, mi bien, debes saber,
que existir,
 es comprenderse o interpretarse en el mundo,
y que siempre somos responsables de lo que no tratamos de impedir.
Cuántas cosas perdemos por miedo a perder.

Aprende de este aprendiz de todo que va envejeciendo,
que el tiempo es un gran maestro que va matando a sus discípulos.
Que cuando llegue la muerte a buscarte, dentro de largo tiempo,
te salude con respeto, y puedas acompañarla sonriente, satisfecho, sereno
y con la cabeza alta.
Quizás incluso me recuerdes en ese momento.
Porque la vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil,
que cuando uno empieza a aprenderlo ya hay que morirse.
Y por eso ahora, con mi tiempo hecho, y la ilusión viva,
para que te dé de sí la vida,
transmito este legado con mis certezas, aunque espero,
que estos no sean los últimos versos que yo os escriba.


                                                                                             Pepo Díaz
                                                                                             2014