domingo, 31 de julio de 2011

Constrúyete II- Quizás lo social, y sin duda la conciencia



Ocurra lo que ocurra, nuestras vidas contribuyen a un gran proyecto universal. La discordia es armonía no comprendida
Estoicos S. III a.C.

La razón exige que cada hombre se ame a sí mismo
Spinoza S XVII d.C.

Me surgen dudas sobre si desgajar de cada uno de nosotros lo social, como una de las partes que nos completan, es correcto o no.
Después de nuestro cuerpo físico y nuestra mente, quizás lo social pueda significarse como el tercero de nuestros elementos constitutivos. Las relaciones que nos unen a otros seres humanos. Nuestra realización exterior como personas, dinámica y en continuo movimiento, como un fluido, como el propio mundo, como la vida.
Quizás nunca nos completaríamos sin este componente que nos arrastra fuera de nosotros mismos para interrelacionarnos con nuestros hermanos humanos: familia, amigos, compañeros de trabajo, conocidos, desconocidos...
Pero si el objetivo es construirnos y hacer de nosotros mismos el modelo que hemos decidido ser, hemos de contemplar este componente social como uno más de nosotros mismos. Y hemos de decidir quiénes queremos ser y cómo comportarnos socialmente, fijar nuestros objetivos a priori para poder emplear nuestra razón y nuestros esfuerzos de vida cotidianos en la consecución de los mismos, llegando a convertirnos en quienes deseamos ser, inconformistas con la figura interior que nuestro pesimismo existencial nos muestra como inevitable y cerrada, y afrontando/deseando/luchando con nosotros mismos para conseguir esa figura, esa persona, que hemos moldeado mentalmente, mejor, más completa, más enriquecida, más feliz, que nos proporcione más orgullo de nosotros mismos, en la que deseamos convertirnos.

Y para ello ya conoces mis ideas. Ya hemos hablado en más de una ocasión del amor, de la entrega, de la felicidad que Rabindranath Tagore descubrió en el servir. 
¿Qué mayor felicidad interior que la entrega a tus padres y hermanos, quizás hijos, marido/esposa, quizás amigos, o por qué no, personas sufrientes del mundo? 
¿Entrega en qué sentido? En el de estar pendiente de ellos, de sus problemas, de sus inquietudes, de las cosas que para ellos son importantes. Y hacerlas tuyas. Ayudarles a ser felices, a conseguir sus objetivos. Escucharles con atención, darle importancia a las quizás pequeñas cosas que les preocupan y preguntarles después por ellas.
Es sencillo y gratificante.
Simplemente sé familiólatra o mundólatra (acabo de inventar los términos). Ama a tu familia, amigos o humanidad, y recibirás de ellos tanto amor o más del que entregues. Y si no lo recibes tampoco sufras por ello. Disfruta de tu entrega sin esperar nada a cambio. Sé feliz entregando, y no esperes la felicidad de recibir. Quizás es un concepto complicado porque la forma habitual de pensar es egocéntrica, pero debemos hacer un esfuerzo mental por romper los círculos concéntricos en los que fijamos nuestra vida y objetivos- éste es el principal mensaje que deseo transmitirte y que reflexiones sobre él- para quitarnos a nosotros mismos del centro y colocar en él a otras personas: nuestra familia más cercana, nuestros amigos, el millón de niños somalíes con posibilidad de morir de hambre y sed por la sequía actual en el cuerno de África...

En cuanto a la conciencia, querido lector y amigo, creo sin duda que es el lugar donde todos nuestros esfuerzos de construcción de nosotros mismos deben confluir y descansar.
En un mundo donde si Dios existe, o nos vigila o nos ignora. Donde tenemos libre albedrío para construirnos a nosotros mismos y elegir nuestras vidas. Una vida por la que nunca seremos juzgados. Una vida que se extinguirá con nuestra muerta sin consecuencias posteriores, la conciencia es el último lugar, el más elevado, en el que debe centrarse todo nuestro pensamiento, todos nuestros deseos, todas nuestras decisiones vitales, el empleo de nuestro tiempo, la construcción de nosotros mismos y el cambio que debemos ser en el mundo.

La conciencia es el lugar que algún día se asomará a tu pensamiento, y te dirá bajito al oído "estoy orgulloso de ti".
Quien se colocará entre tus ojos y compartirá contigo tus objetivos, ayudándote a mirar más lejos.
Se alojará en tu mente y te acompañará en el camino que has decidido emprender, sintiéndose útil y realizada.

Tu objetivo final debe ser hacerla feliz, pero el de ella es que lo seas tú. Sois complementarios. Ella es parte de ti, aunque debes brindarle tu vida.

La conciencia se siente en varias partes del cuerpo. A veces en el centro del pecho. Otras en el estómago. Y en ocasiones en mitad de la cabeza, detrás de los ojos.
Y tiene una especie de medidor, que puede sentirse también, que te indica su nivel de felicidad, que no es otro que el tuyo propio.

Siéntela, siéntete, y sé feliz siendo la persona que deseas ser.
Constrúyete.
Y construye un mundo nuevo a tu alrededor.

miércoles, 13 de julio de 2011

Constrúyete I- cuerpo y mente


La idea que nos hacemos de nosotros mismos nos transforma hasta el punto de que concluimos por convertirnos en aquello que creemos ser.
Profesor San Martín, catedrático de antropología filosófica

Se trata de transformar el mundo, de mejorarlo, de reconstruirlo. Ésa es la propuesta.
Y para comenzar, utilizando el ejercicio de mejora concéntrica expuesto en la entrada anterior, en capas de cebolla, de adentro hacia afuera, te propongo un ejercicio de construcción personal de ti mismo, con un doble objetivo, que llegues a ser la persona que deseas ser, y con ello alcances la felicidad que te permitirá entregarte a los demás, que es el objetivo final que yo persigo.

Somos más flexibles y moldeables de lo que pensamos. Podemos hacer de nosotros mismos prácticamente lo que deseemos. Sólo hay que tener las metas claras y conocer el camino para alcanzarlas.
Y al igual que propongo una mejora del mundo en un ejercicio en capas concéntricas, propongo para tu construcción el mismo método. Comenzando por:

- El cuerpo:

a) El primer consejo que te sugiero es que dejes de sufrir por aquello que es irremediable. Por ejemplo tu altura o la anchura de tu espalda, o de tus caderas, o la forma de tu cara, o el tamaño de tus pies.
La cultura oriental tiene un proverbio muy sabio: "Si tus problemas tienen solución, no te preocupes, y si no tienen solución, no te preocupes".
Deja de sufrir por lo que no tiene solución. Es el primer paso que debes dar para construirte y asegurarte la felicidad que todo ser humano ansía.
Acéptate.

b) El objetivo no debe ser estar guapo (quizás podamos considerarlo una meta secundaria) sino sentirse bien.
El procedimiento es muy sencillo y todos lo conocemos desde siempre:

- Si te sobra peso ponte a dieta, deja de darle vueltas y de ponerte excusas. Decídelo con convencimiento, y hazlo.
Mi consejo es que ti fijes un día del calendario para comenzar. No más allá de tres meses desde hoy. Y durante el tiempo que resta hasta ese día hagas un ejercicio de auto-convencimiento de que es lo que realmente deseas.
Y tan sencillo como llegado el día comiences con la dieta y la continúes hasta alcanzar la meta que deseas.
El convecimiento del que hablo debe incluir la idea de que una vez alcanzado el peso ideal, nos mantendremos en él durante el resto de nuestra vida, modificando nuestros hábitos alimentarios para no volver a recuperar el peso.

- Haz ejercicio con regularidad. Tres veces a la semana, una hora de caminata rápida, como mínimo. Aunque lo mejor es hacerlo a diario.
No encuentres excusas del tipo "no tengo tiempo" o "me agota el ejercicio". Son sólo eso, excusas que te pones a ti mismo. Es vital que lo hagas y debes empezar cuanto antes.
Mañana a más tardar.

- Bebe dos litros de agua al día como mínimo.

- Y aquello que te produzca infelicidad, y tenga solución, pues ponte a ello y soluciónalo.
Muchas veces las cosas son menos complicadas de lo que se nos antojan. A veces, sólo con dar el primer paso ya nos damos cuenta de ello. Otras, quizás un poco después, pero normalmente cuando nos proponemos algo con seguridad y convencimiento, lo conseguimos.
Hay que dar pasos hacia nuestros objetivos. Ser activos. No van a venir solos hacia nosotros. Debemos ser nosotros los que vayamos hacia ellos. Y sin prisa mejor, que no es buena compañera de viaje, pero sí con persistencia.

- La mente

Se nos ofrecen muchas teorías sobre la estructura o el funcionamiento de la mente, y sobre la diferencia entre cerebro y mente.
Tantas que uno puede elegir la que más le guste y hacerla suya. Yo me voy a atrever a exponer mi propia teoría sobre la mente humana, fruto de la observación de la mía propia y de las personas que están o han estado cerca en algún momento.

Sin duda nacemos con una predisposición genética para determinados procesos mentales. En mayor o menor medida, estamos más capacitados para la memoria, o para los ejercicios de perspectiva espacial, o para el cálculo matemático, o facilidad para aprender otros idiomas, o para entender abstracciones metafórico-poéticas.
Pero son solo predisposiciones, que nos ayudarán en esos puntos concretos, pero que en ningún caso son potenciales cerrados.

La mente es tan moldeable como los músculos. Se ejercita de la misma manera que el biceps, por ejemplo, y los resultados son similares: el incremento de la capacidad y volumen del músculo con el ejercicio periódico.

Por tanto el consejo es sencillo. Mueve la mente. Lee los periódicos para estar al día de la realidad en la que vives. Lee libros: tanto novelas, que te construirán y mejorarán tu capacidad imaginativa, como de consulta, que ampliarán tus conocimientos generales, lo que te complacerá aumentando tu sabiduría.
Haz una carrera universitaria (si ya la has hecho, haz otra). Nunca es tarde. Ampliará tu mente. Y tampoco son válidas excusas del tipo no tengo tiempo. Únicamente necesitas un par de horas al día para hacerlo, y se pueden sacar organizándote un poco mejor, sólo tienes que decidir querer hacerlo.

Y obsérvate, esto hará que te conozcas mejor y sepas cuáles son tus capacidades innatas y tus potenciales mentales.
Separa tu análisis en las siguientes áreas de trabajo contigo mismo:
- Percepción (entrada de datos en nuestro cerebro)- No es objetiva, más bien al contrario. Cada uno de nosotros enfoca sus percepciones de una manera diferente, y los archivos que guardamos en nuestro disco duro son por tanto diferentes.
Trata de no ser pesimista en exceso. Los pesimistas niegan serlo y afirman ser "realistas", pero hay personas que a priori están predispuestas a la negatividad y a poner en duda la información que reciben, como a la defensiva de posibles engaños.
Abre tu mente a todo lo que te rodea sin demasiados filtros internos. Y siente como el mundo es casi siempre amable y el enfoque de nuestras percepciones del exterior debe ser positivo, optimista y enriquecedor.
- Memoria (almacenamiento de datos (información que incluye desde hechos hasta opiniones, pasando por emociones))- Con el renovado enfoque de las percepciones, con la memoria lo mejor que podemos hacer es gimnasia, realizando ejercicios memorísticos con frecuencia.
Memoriza los números de teléfono de tu gente cercana y no marques desde la agenda de tu móvil.
- Razón-capacidad de toma de decisiones. No te precipites, tómate tu tiempo, analiza bien el problema, y toma la decisión que más se adecue a ti mismo.
Empatiza con los que te rodean y ponte en su lugar antes de decidir.
- Creatividad- Es una de las áreas mentales que producen mayor satisfacción. Crea de la nada aquello que desees. Escribe un cuento, o un poema, o una novela, o un ensayo. Pinta un cuadro. Moldea una figura de arcilla. Aprovecha trastos antiguos para realizar esculturas...no dejes de hacerlo, y persevera porque quizás al principio tengas tu área creativa un poco oxidada, pero cuando los futuros resultados te complazcan, te sentirás vivo y parte del universo creativo.
- Emociones-deseos-voluntad- carácter.
No es sencillo pero sí posible. Imagínate, piensa quién quieres ser. Desea ser una nueva persona diferente (si no te gustas. Caso contrario disfruta al máximo de la persona que eres y entrégate a los demás) y decide serlo desde este mismo momento.

Construye tu cuerpo y tu mente, y el mundo tendrá otro color más brillante. Una luz que irradiará tu nuevo yo, y que iluminará oscuridades cercanas, con certeza.

viernes, 8 de julio de 2011

¿Cómo mejorar el mundo?


Atiende ahora a mis palabras, halladas a costa de dulces fatigas
Lucrecio S I a.C.


Sugiero un ejercicio en círculos concéntricos:

1- Mejórate tú mismo- constrúyete- sé feliz.

Tú te conoces mejor que nadie y sabes cuáles son esas áreas de tu carácter/personalidad que podrías mejorar. Únicamente con tomar la determinación de desear hacerlo ya estás construyendo un nuevo tú.
Los engranajes del carácter son moldeables, como la plastilina, como la miga de pan, a voluntad. No creo en personalidades inquebrantables, ni en formas de ser genéticas y férreas.
Creo en la razón como dueña y señora de nosotros mismos. No somos como somos y no hay nada que hacer. Somos como somos, pero podemos ser como queramos ser.

El irascible puede controlar su cólera si realmente desea hacerlo, no me cabe la menor duda.
El egocéntrico puede descentrarse a voluntad.
El mentiroso compulsivo puede dejar de mentir en cuanto se lo proponga, sin el menor esfuerzo.
El envidioso puede sentirse reconfortado marcándose objetivos propios.

Te propongo un ejercicio de reflexión interna profundo. Tómate unos días de vacaciones y dedícatelos a ti mismo. Analízate de nuevo, haz una fotografía de tu interior presente, y esboza el yo que deseas ser. Después compara ambos y simplemente decide serlo desde ese momento. No te costará, te lo aseguro. Somos un flujo continuo en construcción, somos fruto de nuestra herencia genética, de nuestras circunstancias vitales, y de nuestra razón, que mueve nuestro deseo, y que es capaz de moldearnos a voluntad.

Sé quien quieres ser y alcanza la felicidad. Siendo tú más feliz, el mundo habrá cambiado a mejor.

2- Mejora tus relaciones en casa. Cónyuge-hijos-padres-hermanos

La convivencia a veces es dura. Vivir bajo el mismo techo, tener que acoplar nuestros deseos a los del resto de personas con las que vivimos se convierte en una lucha de intereses de difícil acuerdo.

Abogo de nuevo a la razón para que sepamos analizar a cada uno de las personas con las que convivimos y seamos capaces de ponernos en su lugar en cada momento, empatizar con ellos y darnos cuenta de que sus deseos pueden ser diferentes a los tuyos, y que eso no implica que tengas que luchar permanentemente con él o ella.

Debes pensar que las personas con las que convives, tus familiares más cercanos, tu esposa, tu marido, tus hijos, tus hermanos o tus padres, son las más importantes de tu vida y debes entregarles todo el amor que puedas ofrecer. Amar es renunciar a veces. Otras ofrecer, las más.
Es sin duda mucho más gratificante tener un buen ambiente familiar en el hogar, a que se cumplan tus deseos sobre asuntos prosaicos como a qué hora comer, quién recoge los platos, o quién lava la ropa.

Entrégate a tu gente, hazles felices y tú lo serás mucho más. Rabindranath Tagore dijo: “Dormía, y soñaba que la vida era alegría. Desperté, y vi que la vida era servicio. Serví, y vi que el servicio era alegría”. Ése es el mensaje que quisiera que comprendieses bien, que la felicidad que alcanzas siendo servido, o consiguiendo tus caprichos, es efímera e insustancial, y que la verdadera felicidad, la que refresca nuestros corazones y nos alimenta la vida, se consigue entregándonos sin esperar nada a cambio, que servir a quien amas es la auténtica felicidad. Y favorece la construcción de un mundo mejor.

3- Mejora tus relaciones familiares-sociales-entorno cercano

Las relaciones personales-afectivas son como seres vivos. Es necesario alimentarlas adecuadamente para que sobrevivan. En casa regamos cada una de nuestras plantas para que estén bonitas y adornen nuestro hogar.

Las relaciones hay que regarlas también, pero no a todas con el mismo agua.

De nuevo debes realizar un ejercicio de reflexión profunda sobre este asunto. Te sugiero que en esta ocasión utilices un papel y escribas, en una columna, los nombres de tus familiares cercanos, y en otra el nombre de tus amistades, personas cercanas, compañeros de trabajo…

Y dedícale a cada uno de ellos, uno a uno, unos minutos de pensamiento sereno. Analiza tu relación con esa persona y define, no te costará, la manera en que podrías mejorarla.

Te anticipo que la mejor manera de mejorar tu relación con una persona es haciendo todo lo posible para que se sienta bien. Escúchale con atención cuando te hable, mírale a los ojos con franqueza, preocúpate por sus preocupaciones y haz lo posible para que dejen de serlo. Hazle saber que le aprecias, díselo directamente. Pregúntale por su gente querida. Pronuncia su nombre cuando le hables o le saludes.

Descéntrate. Uno de los mayores problemas que observo en la sociedad en la que me muevo es el egocentrismo. Nos pasamos la vida pensando en nosotros mismos y en nuestras necesidades o caprichos. Es necesario descentrarse mentalmente para ocuparse de las necesidades de aquellos a quienes apreciamos.

Siembra y recogerás, dice un refrán en el que creo firmemente. Siembra, reparte cariño, amabilidad, cordialidad, amistad, franqueza, comprensión y ayuda, y recogerás multiplicado todo aquello que entregues con ilusión y desinterés.

El mundo será sin duda un lugar mejor si tus familiares y amigos sienten que tienen una relación afectiva amable, cariñosa y cordial contigo.

4- Mejora-ayuda a tu Comunidad

Podemos entender por Comunidad tu aldea, tu pueblo, tu barrio, tu ciudad, o incluso tu país.

Siempre hay maneras de hacerlo. Asociaciones de vecinos, asociaciones locales, sindicatos de trabajadores, partidos políticos… aporta tu razón, tu sentido común, tu trabajo, tu verdadero espíritu de servicio público, y lucha por mejorar la situación de tus conciudadanos, haciendo lo posible por mejorar la cotidianidad de los desempleados, ancianos, niños, enfermos, pensionistas, discapacitados y resto de personas de tu Comunidad.

No hay mucho más que decir salgo que realices esta función con ánimo constructivo y de entrega, vuelvo a decir. Tu esfuerzo revertirá en tu comunidad, en tu gente cercana y en ti mismo, y el mundo será un poco mejor.

5- Contribuye a mejorar la situación de indefensión de los más necesitados del mundo

Ya lo hemos hablado antes en este blog. Más de 1000 millones de personas pasan hambre en el mundo. Miles de niños menores de 5 años mueren cada día de hambre, sed o enfermedades comunes.

Podría dar muchos más datos pero no creo que sea necesario en este momento.

El mundo está malherido, sangra por tres cuartas partes de su cuerpo. Debemos hacer algo para tapar alguna herida, aunque sea menor.

Colabora con alguna ONG o monta una. Dona dinero si puedes, hazte voluntario, hazte cooperante, piensa en alguna actividad que redunde en beneficio de todas estas personas que necesitan ser ayudadas.

Siéntete hermanado con ellos, porque así es, y preocúpate de su felicidad.

Dedica una parte de tu vida a devolverle a la vida todo lo que has recibido de ella, o quizás un poco más.

No les olvides nunca, ni un solo día de tu existencia, porque cada día te necesitan, cada día, y no una vez al año en Navidad.

Y contribuirás a que el mundo sea un lugar mejor y más amable para todos.

Te quiero mucho, lector.

jueves, 7 de julio de 2011

Replanteamiento de la herencia cultural recibida- Mejorar el mundo.


Nada se hace para ti, antes tú mismo te haces en orden al universo.
Platón

El tiempo del emplazamiento es el tiempo del mientras, el tiempo en el que tenemos en nuestros manos la definición de nuestra vida.
Aranguren.

Debemos huir de ese amado “yo” sobre el cual se apoya nuestro propósito.
Kant

El amor es lo único que crece cuando se reparte.
Antoine de Saint-Exupéry

En realidad no estoy diciendo nada nuevo. Sólo hay que reflexionar un poco sobre los aforismos de esta entrada para darse cuenta de que el mensaje no es original.

El profesor Aranguren lo llama "tiempo del emplazamiento", o "tiempo del mientras", que no es otro que todo nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro camino. Su visión cristina de la existencia le exige comprender la vida como un intermedio, aquello que Unamuno temía cuando afirmaba "Tengo esperanza en que nuestro trabajado linaje humano sea algo más que una fatídica procesión de fantasmas que van de la nada a la nada".

Ya conocéis algunas de las respuestas. La ciencia, el sentido común y la razón demuestran que el hombre dispone de libre albedrío sobre la Tierra. Disponemos de libertad absoluta para vivir las vidas que deseemos, quizás con las limitaciones materiales que la base de la pirámide de necesidades exige. Disponemos de una única vida, sin premios ni castigos en el más allá, sin futuras vidas espirituales fruto de nuestros actos en esta efímera vida de apenas unas décadas.
Lo que no significa que no exista Dios. Hablaremos de ello más adelante. Significa que no hay intervención de ningún tipo. Por supuesto no hay destinos escritos, y no hay deseos divinos en nada de lo que ocurre en nuestro planeta, ni bueno ni malo.
Quizás somos un experimento. Quizás estamos siendo observados. Quizás simplemente estemos solos.  

Debemos por tanto replantearnos la herencia cultural recibida, fruto de concepciones de vida erróneas, y reflexionar sobre nuestro presente y futuro en base a estas nuevas verdades conocidas. No vamos a ser juzgados tras la muerte porque el alma es un concepto inventado por los que nos antecedieron, que no poseemos, y que nunca se separará de nuestro cuerpo para vivir otras vidas. Sin este condicionamiento de nuestros pensamientos u obras, y con la certeza de nuestra libertad no cercenada por intervenciones celestiales, está en nuestra mano decidir lo que deseamos hacer con nuestra vida y con nuestro mundo, y debemos ser lo suficientemente inteligentes como para ponernos de acuerdo en el objetivo que pretendemos alcanzar entre todos.
Quizás sí transcurra nuestra vida de la nada a la nada. Sin embargo, coincido con Platón en que no es el entorno el que gira en torno a nosotros mismos, sino cada uno de nosotros el que construye el mundo, el que le da forma y moldea. Venimos de la nada y terminaremos en la nada, pero nuestra vida, cada una de nuestras pequeñas vidas aparentemente intrascendentes, transforma el mundo en el que hemos tenido la enorme fortuna de vivir.

Kant ya nos dio la fórmula de convivencia que hago mía y comparto con el mundo. Debemos huir de ese amado yo sobre el cual se apoya nuestro propósito y dedicar nuestro esfuerzo, trabajo, inteligencia e ilusión a mejorar el mundo. Sé que es una afirmación compleja y que demanda una reflexión más profunda. ¿Qué significa mejorar el mundo?, ¿cómo puede cualquiera de nosotros mejorar el mundo?

Dedicaré la próxima entrada a explicar lo que entiendo por mejorar el mundo, aunque el bueno de Saint-Exupéry ya nos dio una pista, "el amor es lo único que crece cuando se reparte".